Te voy a contar un caso 100% real (salvo el nombre) que he tenido en la consulta de urología de Gandia.
Alberto, un chico de 23 años pide cita por molestias en los testículos. Cuando pasa a la consulta parece un chico normal, en forma y que se expresa con claridad. Aunque también con timidez al principio.
Me cuenta lo de las molestias pero parece que hay algo más. Le cuesta iniciar el tema, pero finalmente llega el “bueno, hay otra cosa que quería comentarte”.
Al parecer Alberto arrastra un problema de disfunción eréctil.
Tiene nueva pareja desde hace 5 meses y, según me cuenta, ella tiene más experiencia sexual que él. En su primer encuentro sexual, Alberto no pudo completar la penetración. Nervios, miedo al fallo, pensamiento intruso de “con sus otras parejas seguro que lo pasaba mejor que conmigo”.
Me cuenta que ella lo comprendió y le consoló (ese “consuelo” aún le hundió más).
La relación siguió y pronto apareció el siguiente encuentro sexual. Alberto ya no solo arrastraba los nervios de las primeras veces con la nueva pareja, sino que sumaba un miedo brutal a que se repitiera lo de la primera vez.
Y pasó.
Pasó de nuevo mostrando a Alberto que los problemas de erección tienen siempre el agravante del miedo a que se repitan. Y cada vez ese temor es mayor. Porque si te pasa una vez…bueno. Pero si ya te ha pasado 10 veces…en tu mente sabes que las probabilidades de que se repita son mayores.
Eso suele hacer que consultes con tu urólogo.
Ahora Alberto mantiene conductas de evitación con las relaciones sexuales: “estoy cansado”, “no me encuentro bien”,… son cosas que le dice a su pareja cuando sospecha que va a existir una posibiliad de sexo.
Y ha notado como la falta de autoestima sexual que le ha causado la disfunción eréctil se está contagiando a otras facetas de su vida. Ahora ya no se ve tan bien físicamente, no le va tan bien en el trabajo, se cuida menos,…
En la segunda visita empezamos el tratamiento. Estaba decidido. Su novia le apoyaba pero también le exigía que buscara ayuda médica.
Decidimos romper el ciclo con medicación y terapia.
Y le funcionó.
Antes lograba completar una relación sexual de cada cinco. Fue romper el ciclo y comenzar a ganar confianza poco a poco.
Me escribió un mail hace unos días y me dijo: “ya voy 100% bien. ¿Ahora que hacemos?”.
Lo había logrado.
Pues ahora toca pasar a disfrutar de las relaciones sexuales sin medicación y restaurar el resto de aspectos de su vida. Seguro que no le llevará mucho tiempo.
Si te has sentido así o quieres comentar, te leo.
Hola doc me siento como el chico de su consulta...estoy haciendo deporte para bajar un poco mis preocupaciones y mi ansiedad a no rendir, todo lo que dice el chico me sucede y me siento fatal....más menos como fue la medicación que tuvo con el?